Los
cerdos infectados se sacrifican, ya que no son aptos para el consumo. En el
hombre,
la mayoría de los casos se curan de forma espontánea y no es necesario
tratarlos.
Las
formas más severas pueden ser más difíciles de tratar, especialmente si se ven
afectados
los pulmones, el corazón o el cerebro.
El
tratamiento con benzimidazoles (mebendazol, albendazol o tiabendazol) puede
actuar
sobre las formas intestinales, pero no sobre las formas musculares.
En
la fase de estado, las medidas terapéuticas son esencialmente sintomáticas y
están
encaminadas a aliviar los dolores musculares y las manifestaciones de
sensibilización
toxialérgica:
•
Los analgésicos alivian el dolor muscular.
•
Los corticoides están indicados para aliviar los síntomas sólo en casos graves
de
reacción inflamatoria por afección del sistema nervioso central o del
corazón.
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